13 noviembre 2021 · Estrategia

Transformación digital. ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Transformación digital. ¿Quién le pone el cascabel al gato?

Seguramente en los últimos meses habrán oído hablar numerosas veces sobre la “Transformación Digital” . La digitalización de las empresas y de los destinos ya era una realidad y (sobre todo) una necesidad urgente antes del Covid-19. La repentina llegada de la Pandemia y el posterior confinamiento aceleró alguno de los procesos vinculados a la digitalización. Las reuniones físicas pasaron a ser video-llamadas, todos subimos y bajamos archivos a la nube, asistimos a mil y un webinars y el obligado teletrabajo demostró a empresas y trabajadores como trabajar de otra forma era posible.

Tal y como dijo Antonio Peñalver, CEO de Sopra Steria, “El covid-19 llevó a un desarrollo de la digitalización en el que, con una dinámica natural, habríamos tardado 4 o 5 años”.

Sin embargo, esta aceleración ha sido parcial, hecho que está directamente relacionado con el desconocimiento de lo que realmente implica la digitalización una organización, por lo que en este post intentaremos desvelar algunas de las claves de la llamada Transformación Digital.

Este nuevo modelo de gestión es importante no solo por las claras mejoras que aporta a las organizaciones, sino que además adquiere una mayor relevancia en el contexto actual. Una gran parte de los fondos Next Generation estará dirigida a la digitalización de empresas y destinos turísticos, como ya quedó claro en los PSTD, en donde uno de los cuatro ejes de estos planes estaba íntegramente dedicado a lo digital.

Empecemos por el principio. ¿Qué es la Transformación Digital?

La transformación digital se puede definir como “la aplicación de capacidades digitales a procesos, productos y activos para mejorar la eficiencia, mejorar el valor para el cliente, gestionar el riesgo y descubrir nuevas oportunidades de generación de ingresos.”

De forma habitual, esta se confunde con el mero uso de herramientas digitales, el almacenamiento de datos en la nube o el empleo de un ERP. Sin embargo, la transformación digital es mucho más que eso. Implica un cambio de mentalidad de las empresas, sus directivos o propietarios, los cuales deben apostar por nuevas metodologías de trabajo aprovechando todo el potencial de la digitalización.

Para hacerlo más ilustrativo, aquí les dejamos algunos de los beneficios que aporta la digitalización:

  • Mejora de procesos
  • Ahorro de costes
  • Mejor y mayor comunicación de los equipos
  • Mayor información sobre el cliente
  • Mejor toma de decisiones en base a información
  • Mejora o rediseño del modelo de negocio
  • Creación de nuevos productos y servicios
  • Incremento de la capacidad operativa de la empresa y la relación multisede
  • Incorporación del teletrabajo y nuevas prácticas laborables que favorezcan la conciliación
  • Fortalecimiento de redes colaborativas entre empresas y agentes

 

En este punto, es importante recordar uno de los mantras que repetimos con mucha asiduidad a nuestros clientes: la tecnología es un medio para conseguir un fin: hacer las empresas más eficientes y competitivas, encontrando oportunidades donde antes se veían problemas”

Es decir, esto va mucho más allá de emplear herramientas y contar con cuadros de mando con numerosos datos, sino que se trata de un proceso continuo en el tiempo que pone en el centro al cliente y que permite además mejorar las múltiples facetas y áreas del negocio.

Se trata de una nueva forma de trabajar y una nueva cultura empresarial, estando al tanto de las evoluciones tecnológicas que trae el mercado para integrarlas en la empresa cuando es preciso y necesario.

Está bien. ¿Por dónde empiezo?

Si desean emprender de forma seria una transformación digital de su organización, debemos comenzar por el principio: realizar un diagnóstico de madurez digital. Se trata de un análisis de nuestra organización en el que determinaremos el grado de desarrollo digital de todos nuestros departamentos y personal. Para ayudarles a abordar este análisis, es recomendable centrarse en 4 áreas:

  • Modelo de negocio: la digitalización en cuanto a su capacidad para generar nuevos productos o servicios y ampliar el ámbito de oportunidad de las empresas.
  • Procesos y personas: la digitalización de procesos y de los RR.HH como mejora general de la competitividad de la empresa.
  • Clientes: el conocimiento de la demanda actual o potencial o la experiencia de los clientes es otra de las bases de la transición digital.
  • Marketing: es una de las áreas en las que la digitalización normalmente está más presente.

Una vez realizado este diagnóstico, sabremos en que estadio de madurez se encuentra nuestra organización. A partir de ahí, debemos realizar un Plan de Transformación Digital, en donde estableceremos una hoja de ruta, un plan de acción y (a ser posible) identificaremos a un/a responsable de la Transformación Digital. Para este Plan es preferible no ser excesivamente ambiciosos en cuando a objetivos, herramientas, procesos, etc… ya que correremos el riesgo de abordar demasiados cambios y novedades en poco tiempo. Es preferible hacer cambios en aquellos puntos más importantes y que, poco a poco, la cultura digital vaya impregnando toda la organización.

Como pueden ver, se trata de una carrera de fondo, en el que debemos tener claro que la Transformación Digital nos ayudará a mejorar nuestra organización haciéndola más inteligente, ágil y competitiva.

¿Se animan?

 

13 noviembre 2021 · Estrategia

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