Confiésenlo. Seguro que más de una vez se han preguntado cuál es la diferencia entre nosotros, los ciudadanos de a pié, y los grandes empresarios. ¿Cuál ha sido el secreto del éxito de los Juan Roig, Amancio Ortega o Isidoro Álvarez?
Está claro que la tenacidad, los apoyos financieros, las mil horas de trabajo, la planificación o la valentía son atributos que permiten que una idea se pueda poner en marcha. Sin embargo, creo que en esta ecuación falta la parte más importante: la Ejecución.
Sé que parece una obviedad, pero la ejecución es la clave de todo. Una vez leí que lo importante no es tener ideas sino ponerlas en marcha, a pesar de las consecuencias. En otra ocasión leí que los empresarios promedio tienen 3,8 fracasos antes del éxito final. Es decir, son grandesejecutores.Por lo tanto, lo que nos diferencia de ellos es que cuando tienen una idea, ven una necesidad o perciben una oportunidad de negocio la ponen en marcha, aunque finalmente fracasen.
La Ejecución. Esta palabra me viene obsesionando durante los más de 10 años que llevo trabajando en el sector turístico. Y es que en el ámbito de la gestión de destinos (dejo a parte a las empresas privadas, claro está), la ejecución es una herramienta que brilla por su ausencia.
Desde las diferentes administraciones, ya sean Ayuntamientos, Consellerias, Ministerios o Mancomunidades, se realizan de forma continua y sistemática Planes Estratégicos que, en una gran mayoría de los casos, nunca se ponen en marcha. Documentos que son muy ambiciosos en sus planteamientos teóricos y que se suponen salvarán, reposicionarán o darán a conocer a tal o cual destino con su mera existencia o presentación, como si de una varita mágica se tratase.
Si llevan unos cuántos años en el sector, habrán oído en multitud de ocasiones las múltiples dificultades a las que el sector turístico español y valenciano está sometido: la estacionalidad, el monocultivo de sol y playa, la escasa diferenciación, el precio como factor competitivo, la poca diversificación, falta de coordinación entre administraciones y empresarios, etc… problemáticas todas ellas mil y una veces diagnosticadas en los diferentes planes nacionales, autonómicos o municipales, pero que nunca acaban de resolverse.
Y seguimos sin hacerlo….. El pasado Lunes acudí a la Conferencia Territorial de Turismo de Valencia, sesión de trabajo impulsada por la Consellería de Turismo y en donde los empresarios, administraciones y demás actores implicados en el turismo analizamos los retos y oportunidades, así como las prioridades de actuación para la Comunidad Valenciana.
He de confesar que salí de este evento profundamente desanimado al comprobar que los mismos problemas de los que llevamos hablando años siguen sin resolverse.
Entonces, ¿En dónde radica el problema?
En el modelo de trabajo. Debemos cambiar nuestro tipo de gestión así como nuestro enfoque: LA PLANIFICACIÓN DEBE DAR PASO A LA ACCIÓN.
Cuando leo algunos Planes Estratégicos me viene a la cabeza la secuencia de Jorge Valdano y una de sus explicaciones filosóficas sobre el fútbol, cuando simplemente se trata de que un balón entre en la portería del otro el mayor número de veces posible.
No quiere decir ésto que a partir de ahora debamos actuar improvisando y ejecutando cualquier idea que se nos pase por la cabeza. Lo que sí que debemos hacer es equilibrar la fuerza de trabajo hacia la Ejecución Estratégica. Tengo la impresión de que muchas administraciones dedican un gran esfuerzo y capital en el desarrollo de Planes, para luego acabar agotados o sin presupuesto para ejecutarlos.
¿Y cómo hacemos ésto? Aquí les dejo unas cuantas claves que a mi juicio, pueden ayudar a cambiar la situación:
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